¿Cómo hacer evidente algo que ocurre bajo tierra?
En medio del jardín, escondida detrás de un muro de cipreses, se encontraba una gran balsa circular que se hundía más de 6 metros en el terreno. Una oportunidad para descender y acercarse al agua.
Excavamos alrededor de la balsa hasta dejar visto el muro curvo, viendo el lado que antes permanecía oculto en la tierra. Un nuevo paso, a través de este muro, permite entrar al interior de la balsa, donde ahora, los reflejos del agua vuelven a inundar el depósito de ladrillo como en un recuerdo.
El resto fue cubrir el jardín de nuevo, como si nada hubiera pasado, y hacer llegar la luz y las personas al interior mediante lucernarios y rampas. La luz cae vertical, mientras que las personas descienden casi en horizontal tomándose el tiempo necesario para pasar de la luz a la penumbra, del exterior al interior.
En la superficie solo aparece un estanque circular y la rampa que lo bordea.
Fotografías: José Hevia